De nuevo despierto y no estás, la noche anterior tampoco me diste el beso de buenas noches, y que difícil se ha vuelto dormir sin antes escuchar tu voz... Pero debería estar acostumbrada, supongo que aún no puedo, porque tengo esperanzas de que sea diferente.
Tuviste un día duro en el trabajo, y no tienes ganas de hablar, no te interesa escuchar cómo me fue en el colegio, pero se que sabes que sigo en mi cuarto esperando una explicación, la cosa es que no eres tu quien da explicaciones, porque eres mayor, y no merezco tenerlas, o al menos eso crees.
¿Te has preguntado cómo me siento?, yo solo quiero que te acerques a mi y me mires a los ojos como solías hacerlo cuando era una bebé. Notarás tristeza, y esto se debe a que hay algo en este momento que te importa más que estar a mi lado, y aún no me acostumbro, pero te siento cerca, de alguna forma te siento cerca. Se hace sábado por la noche, estoy camino a mi juego de futbolito, tengo que jugar bien porque irás a verme por primera vez, y no puedo dejar que los nervios me traicionen, no puedo echarlo a perder, porque quiero que estés orgulloso, quiero que notes que lo único que me enseñaste lo se hacer bien.. El pito suena, y estoy más concentrada que nunca, pero algo me falta, y aún no se que es. Termina el medio tiempo, miro a las gradas y no, no estás ahí, debía suponerlo, pero hago como que no me importa y solo sigo con mi juego... PUF, primer gol en contra, supongo que mis ganas de jugar van disminuyendo, ya no hay motivos, pero sigo sintiéndote cerca, solo que ya no es lo mismo.
Ha sido un día duro, pero sigo teniendo esperanzas de llegar a casa y encontrarte ahí... Y no, de nuevo no estás. Entro a mi cuarto, y veo algo sobre mi cama, es una bolsa, y hay algo pesado dentro de ella... lo abro, y leo una tarjeta que dice "papá tuvo que ir a trabajar, disfruta tu regalo", lo irónico es que en serio creíste que iba a disfrutar aquel regalo más que llegar a casa y abrazarte, y debería estar acostumbrada, porque sueles creer que un regalo puede llenar aquel espacio que sigues dejando en mi, pero NO, aún no me acostumbro.
Algún tiempo después realizo mi primer sueño, pero ese sueño implica irme lejos sin ti, y aunque te preocupa como haré estando allá, no lo piensas ni un segundo, así que solo me das permiso porque quieres lo mejor para mi. Estoy viviendo la mejor experiencia de mi vida, y empiezo a acercarme más a Dios... ¿por qué a mi?, no lo se.. pero se que él puso cierta semilla dañina en mi cuerpo, empiezo a enfermarme y tu no estás ahí... Tres días internada en una clínica, dónde cada 2 minutos entra un doctor diferente haciéndome las mismas preguntas, hablan otro idioma, y se me hace difícil contestar, pero contesto, porque quiero sentirme mejor y regresar pronto a casa, contigo. Ya salí de la clínica, estoy en camino a mi academia a seguir cumpliendo mi sueño, no le presto atención a lo que los doctores me dijeron, porque supuse que no era nada grave. Pero llego a mi habitación y hay un cartel que dice "Welcome to Overbrook Academy", sonrío porque mis compañeras me están dando la bienvenida, pero siento que algo anda mal y debo averiguarlo. De pronto veo a mi consejera sentada en una esquina rezando con algunas de mis compañeras más cercanas... Me parece extraño, así que me acerco y les digo "Hey, estoy aquí, ¿qué pasa?", y ninguna contesta, pero una de ellas se levanta y me abraza fuertemente.
Desde ese momento noté que en serio algo andaba mal, así que decidí ir dónde la coordinadora para que me explicara... Y no, no me explicó, por alguna razón nadie podía hacerlo. No me importó, yo solo quería disfrutar los últimos días en aquella academia.
Llega el gran día, ya había cumplido uno de mis sueños, pero es hora de verte. Y si, cambié un poco en ese tiempo, tu lo notas, y haces algún tipo de piropo, pero te conozco, y se que por dentro te impresiona lo rápido que he crecido. Quiero hablar a solas, quiero que me preguntes que aprendí, si te extrañé, a quién conocí.. y cualquier otro tipo de cosas. Pero en vez de eso me hablas de aquella semilla dañina que Diosito colocó en mi. Luego de que me explicas que pasará con ella, me dices que todo va a estar bien, y te creí, me sentí segura, porque por primera vez te estabas acercando.
Las cosas fueron empeorando, la clínica se ha ido volviendo un constante hogar, pero no, no quiero pasar el resto de mi vida ahí, quiero disfrutar contigo cada momento, y al parecer tu no lo sabes... Así que yo decido decírtelo, y tu estás de acuerdo conmigo. Desde ese momento, dijiste que me apoyarías en cualquier cosa, no importa lo que fuera, ahí tu ibas a estar... Pero no puedo pretender que todo está bien, porque te he estado escuchando llorar, y eso solo me hace creer que las cosas están peor de lo que yo había pensado, pero no me importaba, yo solo quería estar algún tiempo contigo.
Ahora solo no se como debo actuar, porque me siento perdida, tengo miedo y no lo sabes, no estoy preparada, siempre imaginé un mundo de colores para mí, y no es así como está funcionando. Pero día a día me recuerdas que Dios sabe lo que hace, y que sea lo que sea que el decida para mí, es porque ha sido lo mejor, y no me importa lo que pase, yo siempre quise que supieras que aunque no constantemente lo demuestro, te amo más que a nadie, y no me arrepiento de tener lo que tengo, porque esto hizo que te acercaras más a mi. Así que si, Dios sabe lo que hace, y se lo agradezco mucho. Se que no estás de acuerdo, también se que no es fácil aceptarlo, porque no quieres perder a tu pequeña, pero recuerda que esta pequeña es fuerte, y esta pequeña está orgullosa de su papá y pase lo que pase, aso no va a cambiar.
Siempre te preocupaste por mi, y aunque no supe verlo, te lo agradezco. Duermes menos horas que el resto de las personas, solo para poder satisfacer todas mis necesidades. Pero creo que no sabes que lo único que realmente siempre me hizo falta, fue tenerte a mi lado. Y no se si queda poco tiempo, tampoco se si queda mucho, así que solo quiero que sepas que eres mi héroe, y que entiendo que no fuí la mejor hija, pero es así como me quieres, son nuestros defectos los que hacen que tengamos personalidad, o eso solías decirme.... No se si algún día leerás esto, y si lo haces, es porque te estoy cuidando. Se que se suponía que debía ser al revés, pero ya tu me has cuidado demasiado... Recuerda que dónde quiera que esté, sigo contigo, y siempre seré tu pequeña, gracias por todo... Una cosa más, recuerda que la familia es para siempre.
Te amo papá, gracias por ponerme tu apellido, gracias por enseñarme tanto de la vida, y recuerda que nada nunca hará que esté lejos de ti. Fuiste, eres y serás lo mejor que me ha pasado.
Estaré contigo dónde sea que vaya. TE AMO.