Querido Dios... se que ya te he pedido mucho, y que quizás esto ya sea demasiado. Pero hay varias cosas que quisiera comentarte:
Ya entendí, a lo mejor no supe ver el lado bueno de la vida, y de alguna manera con esto estás tratando de hacerme saber lo mucho que vale, y como se debe luchar por ella día a día. Pero no es justo, y no lo digo por mi, sino por aquellos niños que en este momento padecen de la misma enfermedad y están perdiendo fuerzas. Quisiera que la poca esperanza que me queda, se la des a ellos, se que la necesitan mas que yo, porque no tienen a alguien ahí dispuesto a dar todo lo que muchas personas en este momento están dando por mi. Ellos a diferencia de mi, están viviendo el poco tiempo que les queda en una cama, si poder ver la luz del sol, sin poder abrazar a sus amigas/o y sobre todo sin poder vivir cada día como si fuera el último. Entiendo que quizás este pidiendo demasiado, pero ya entendí por qué sembraste esa semillita dañina dentro de mi, lo que no puedo entender es por qué la sembraste dentro de ellos. Debes tener tus razones, y no estoy dispuesta a juzgarte por tus actos que por muy perfectos que sean, me dejan en desacuerdo contigo. Por ello quisiera pedirte una última cosa: Permíteles a todos los niños como yo ser felices, no dejes que decaigan en ninguna circunstancia, y dales toda la esperanza que sea posible, sigue otorgándoles fuerzas para sonreír, deja que el mundo se pregunte "¿por qué son tan felices?" dales la oportunidad de tener a alguien a su lado que intente entender por lo que ellos están pasando. No dejes que crean que todo esta perdido, has que crean en ti más que en todo lo demás, deja que pisen la arena, que vuelen papagayos. Déjalos mirar al cielo, y en vez de orar, que den las gracias por la oportunidad que les diste, ahoga esa voz interior en ellos que en este momento les dice que probablemente ya no habrá un mañana. Déjalos crecer, que pasen por todas las etapas de la vida, que encuentren a alguien que les de el amor que verdaderamente merecen tener, porque nunca sabrás que tanto pueden dar si no les das la oportunidad de ofrecer todo lo que tienen.
Sálvalos Diosito, y después, si te queda tiempo, sálvame a mi también.
"Que nadie me despierte salvo Dios".