Contaré la historia de un viejo amigo el cual creía que todo siempre iba a ser el, hasta que esto le ocurrió:
Aquella vez, fue distinto. Muy distinto. Él la amaba, ella no a el. Casi siempre era al revés, siempre creyó que era el galán, que se las sabía todas. Entonces enamorarse no estaba definido en su diccionario aún.
Creía que enamorarse era siempre lo mismo, alguien te quiere, tu quieres a ese alguien y listo.
Buscó consejos en amigos que pudieran explicarle que hizo mal, o que hizo ella mal. preguntó esperando que quizás ellos le explicaran de que se trataba todo esto, o si era eso estar realmente enamorado, sus respuestas fueron completas, pero inservibles: ¨son todas putas¨ , ¨todas iguales¨ etc.
Quedó en ese estado en el cual quedas confundido, te sietes raro, perdido. Pensó en ella, sintió que la extrañaba pero en menos de cinco minutos ya la odiaba, no quería verla más. Cinco minutos después quería llamarla, pedirle perdón aunque no sabía el porque de ese perdón. Llegó un momento en el que eso se torno insoportable y tomó decisiones drásticas: consultó a una amiga de el, lo que ella le respondió fue: ¨si amas algo, déjalo ir¨.
Está bien, lo permito. Cada quien piensa como quiere, todos tenemos opiniones distintas, sin embargo quiero hacer que todos recapaciten cuando se apegan a esa frase, Intentenlo.
Intenten dejar a aquella persona que en nuestros peores días logra sacarnos unas sonrisa con palabras simples y picardía inocente.
Intenten abandonar a esa cara sonriente de mañana, mirándonos, y haciendo que ese día que recién comienza, sea un gran día.
Prueben dejar de lado toda la felicidad contenida en una sola persona, para tener que salir que buscarla en lugares inhóspitos y cosas materiales, intenten justificar ese abandono CREYENDO que va a volver.
Anímense a alejar todo lo bueno, repitiendo esa frase ¨si amas algo, déjalo ir¨.
INTENTEN, luego, si siguen vivos, y sienten fuerzas, díganme si valió la pena. Pues recién ahí voy a creer que si amo a alguien, lo tengo que dejar ir.
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