viernes, 11 de noviembre de 2011

Mi deseo 11:11.

Como todos los deseos este también tiene su historia. 
   Hoy, decidí preguntar a mis amigas que pedirían de deseo 11:11. El 60% dijo que pediría un príncipe azul, otras respondieron -yo no creo en eso-. 
 Yo en cambio, quisiera pedir por dos grandes amigos que quisiera conservar por el resto de mi vida. 

Uno de ellos es HECTOR: es el típico niño culto pero ¨rebelde¨.  Lo que lo hace diferente es que no se deja influenciar por los demás, siempre está dispuesto a sacarle una sonrisa a aquellos que lo necesiten (yo), es inteligente, y algo bastante extraño, pero una vez que entra en tu corazón, nunca sale de ahí.

Karla: orgullosa a su manera, suele hacerse la dura en algunas cosas; o mejor dicho en todo, y aunque tiene bien escondidos sus sentimientos, los tiene y los demuestra en el momento indicado. Siempre está ahí para cambiar el estado de animo de las personas, su sonrisa siempre depende de ella, y no derrama lagrimas por quienes no las merecen. Si la llegaran a conocer la admirarían, al menos yo lo hago. Por cierto, si la ven por ahí, díganle que un mensajito de vez en cuando no me haría mal jaja…

Bueno, se preguntarán ¿qué tienen que ver ellos con mi deseo de las 11:11?, así que ahí les va mi argumento.
 Mientras hay personas que pedirán tener un amor pasajero o quizás un “príncipe azul” que probablemente no sea como esperan, yo pediré conservar algo que ya tengo, pero que valoro tanto que no quiero perderlo. Personas como ellos no llegan de un día para otro, están aquí para cambiar mi vida, y poco a poco se van volviendo un tesoro que debo empezar a defender.

Hoy aprendí a diferenciar a las personas pasajeras, de las permanentes.
Las pasajeras te hacen felíz en su momento, pero se van sin ser botados y regresan sin ser llamados. En cambio las permanentes, llegan por una razón y no se van hasta que ya haya sido suficiente, aunque probablemente nunca lo sea. Son de esas personas que dejan huellas, y te hacen sentir en compañía, nuca te dejan solo(a) y siempre cambian tu forma de pensar, de ver las cosas.

Por esto, quiero que mi deseo sea: “que Hector y Karla siempre permanezcan en mi, que conservemos nuestra gran amistad y que dure mucho tiempo más”.

                   Todos los momentos quedan guardados en una cajita, pero sombre todo quedan en el corazón. Gracias…
                                                                                                  -Teresa Vieira. 

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