jueves, 12 de abril de 2012

No te alejes soledad.


 Un día estás rodeada de mil personas, y al día siguiente ya estás sola; es así como funciona.

 Si me caigo, me levanto. Cada vez es más difícil, porque siempre caigo por las mismas razones, pero es porque aún no creo que la única cosa que de verdad permanecerá en mi, es la soledad.

 No entiendo, intento hacer algo bien, y nunca hay buenos resultados. Todo lo que amo se convierte en lo que pierdo, todo lo que pierdo me deja vacía, y ahí llega de nuevo la soledad a hacerme compañía.

 Supongo que después de todo, no todos tienen a alguien que permanezca ahí,  alguien que sepa cuando estás bien y cuando estás mal, alguien que sea capaz de cualquier locura por hacerte sonreír, alguien que no deje que la soledad sea todo lo que te rodee.

 Las personas que creías que de verdad te amaban, simplemente se esfuman cuando alguien mejor llega a su vida, y no es fácil ver como alguien mas disfruta del tiempo con esa persona que se suponía que tu nunca apartarías de ti. Pero a veces esa es la mejor solución, apartarte de quien no valora tu presencia, porque posiblemente cuando te vayas, se dará cuenta de que te necesita en su vida, y si no, entonces simplemente fuiste un estorbo todo ese tiempo que estuviste tratando de significar algo para ella/él.

 Así como supuestamente siempre hay alguien que te hace feliz, también hay alguien que sabe cuando estas bien y llega para destruirte. No te decepciones, la soledad siempre estará ahí incluso cuando no la necesites. Se lo suficientemente valiente, cuando sepas que algo no te hace bien, no insistas, porque el dolor que causa aferrarse a alguien, es eterno, y no importa cuanto lo intentes, cuando alguien no quiere permanecer en tu vida, se marcha sin ser echado, y a ti solo te quedan las huellas y cicatrices que esa persona dejó en ti.

 Luego de que dejas de sentirte imbécil, te haces fuerte, y empiezas a entender que pedir perdón a las personas que no permanecieron en tu vida fue un gran error, porque sabes que tu te esforzaste como nadie, porque sabes que si alguien hizo algo mal, no fue por tu parte.

 Así que gracias soledad, estuviste ahí siempre, y lo vi como algo malo. Sin embargo ahora se, que tu puedes ser mi única compañía en determinados momentos. Tu me enseñaste que cuando tengo todas las razones para alejarme de alguien, debo hacerlo, porque no voy a estar sola. Tu, soledad, siempre estrás ahí. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario